Un mundo feliz de A. Huxley


Por Marina Menéndez

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Maybe this world is another planet’s hell.  Aldoux Huxley

Bring this savage back home.
Brave New World.Iron Maiden

Se frotó las manos. Porque, desde luego, ellos no se limitaban meramente a incubar
embriones; cualquier vaca podría hacerlo.
—También predestinamos y condicionamos. Decantamos nuestros críos como seres
humanos socializados, como Alfas o Epsilones, como futuros poceros o futuros… —Iba
a decir futuros Interventores Mundiales, pero rectificando a tiempo, dijo— … futuros
Directores de Incubadoras.

La producción en masa exigía este cambio fundamental de
ideas. La felicidad universal mantiene en marcha constante las ruedas, los engranajes;
la verdad y la belleza, no.

Un Estado totalitario realmente eficaz sería aquel en el
cual los jefes políticos todopoderosos y su ejército de colaboradores pudieran gobernar
una población de esclavos sobre los cuales no fuese necesario ejercer coerción alguna
por cuanto amarían su servidumbre. Inducirles a amarla es la tarea asignada en los
actuales estados totalitarios a los Ministerios de Propaganda, los directores de los
periódicos y los maestros de escuela.(…) Grande es la verdad, pero más grande todavía, desde un punto de vista práctico,
el silencio sobre la verdad. Por el simple procedimiento de no mencionar ciertos temas,
de bajar lo que Mr. Churchill llama un telón de acero entre las masas y los hechos o
argumentos que los jefes políticos consideran indeseables, la propaganda totalitarista
ha influido en la opinión de manera mucho más eficaz de lo que lo hubiese conseguido
mediante las más elocuentes denuncias y las más convincentes refutaciones lógicas.(…) Los más importantes Proyectos Manhattan del
futuro serán vastas encuestas patrocinadas por los gobiernos sobre lo que los políticos
y los científicos que intervendrán en ellas llamarán el problema de la felicidad; en otras
palabras, el problema de lograr que la gente ame su servidumbre.
Un mundo feliz. Huxley

Pueden leer la novela en este enlace.

Un mundo feliz (título original en inglés Brave New World es una novela de ciencia ficción -o ficción científica- escrita por Aldous Huxley (1894-1963)  publicada en 1932. Nacido en Inglaterra y considerado uno de los grandes pensadores del siglo XX, Huxley es también autor del ensayo «Las puertas de la percepción» (The doors of perception, 1954), que inspiró el nombre del legendario grupo de Jim Morrison.

Un mundo feliz presenta una sociedad distópica (ver distopía)del siglo XXV en la que las personas son fabricadas en serie, como los productos de consumo, y predestinadas a cumplir determinadas funciones en la maquinaria social. Para que este engranaje funcione el progreso científico es puesto al servicio del control social y para que el control social funcione se recurre, entre otras estrategias de condicionamiento, a coartar el libre pensamiento del ser humano convirtiéndolo en una máquina productiva, obediente y servicial a la que se ha condicionado para que crea que ama lo que hace y que vive en un mundo perfecto de felicidad.

El amor a la servidumbre sólo puede lograrse como resultado de una revolución profunda, personal, en las mentes y los cuerpos humanos. Para llevar a cabo esta revolución necesitamos, entre otras cosas, los siguientes descubrimientos e inventos. En primer lugar, una técnica mucho más avanzada de la sugestión, mediante el condicionamiento de los infantes y, más adelante, con la ayuda de drogas, tales como la escopolamina. En segundo lugar, una ciencia, plenamente desarrollada, de las diferencias humanas, que permita a los dirigentes gubernamentales destinar a cada
individuo dado a su adecuado lugar en la jerarquía social y económica. (Las clavijas redondas en agujeros cuadrados tienden a alimentar pensamientos peligrosos sobre el sistema social y a contagiar su descontento a los demás.) En tercer lugar (puesto que la realidad, por utópica que sea, es algo de lo cual la gente siente la necesidad de tomarse frecuentes vacaciones), un sustitutivo para el alcohol y los demás narcóticos, algo que sea al mismo tiempo menos dañino y más placentero que la ginebra o la heroína. Y finalmente (aunque éste sería un proyecto a largo plazo, que exigiría generaciones de dominio totalitario para llegar a una conclusión satisfactoria), un sistema de eugenesia a prueba de tontos, destinado a estandardizar el producto humano
y a facilitar así la tarea de los dirigentes. En UN MUNDO FELIZ esta uniformización del producto humano ha sido llevada a un extremo fantástico, aunque quizá no imposible.

Sometidos a la lógica del consumismo, que no satisface necesidades sino que las crea para poder vender un producto (pensemos, por ejemplo, en Coca Cola que ha logrado instaurar en la mente de sus clientes las ganas de tomar Coca Cola independientemente de la necesidad de satisfacer  la sed), los personajes de Un mundo feliz están programados para asociar la diversión y la felicidad con el consumo:

Las prímulas y los paisajes, explicó, tienen un grave defecto: son gratuitos. El amor a la Naturaleza no da quehacer a las fábricas. Se decidió abolir el amor a la Naturaleza, al menos entre las castas más bajas; abolir el amor a la Naturaleza, pero no la tendencia a consumir transporte. Porque, desde luego, era esencial, que siguieran deseando ir al campo, aunque lo odiaran. El problema residía en hallar una razón económica más poderosa para consumir transporte que la mera afición a las prímulas y los paisajes.

La felicidad prefabricada, producto de una mentira que oculta la realidad y embrutece la razón humana:

La gente es feliz; tiene lo que desea, y nunca desea lo que no puede obtener. Está a gusto; está a salvo; nunca está enferma; no teme la muerte; ignora la pasión y la vejez; no hay padres ni madres que estorben; no hay esposas, ni hijos, ni amores excesivamente fuertes. Nuestros hombres están condicionados de modo que apenas pueden obrar de otro modo que como deben obrar.

La historia de la novela se desarrolla en el año 632 después de Ford (d.F.). No es casual que en la novela aparezca este apellido que sustituye a Cristo en el calendario que tomo el nacimiento de Cristo como punto de partida de nuestra era (d.C.). Henry Ford fue el fundador de la compañía de automóviles que lleva su apellido pero además fue el ideólogo de cadenas de producción en serie (si van a estudiar economía o marketing, recuerden que de este empresario estadounidense deriva el fordismo) y propietario de cientos de patentes que concesionaba a través de franquicias.

… es curioso pensar que hasta en los tiempos de Nuestro Ford la mayoría de los juegos se jugaban sin más aparatos que una o dos pelotas, unos pocos palos y a veces una red. Imaginen la locura que representa permitir que la gente se entregue a juegos complicados que en nada aumentan el consumo.

Freud es otro de los personajes históricos que aparecen mencionados en la novela. Recordemos que Freud es el pionero del psicoanálisis y que utilizó la hipnosis en sus tratamientos.

El consumismo, el condicionamiento psicológico, el control social, los avances científicos (especialmente, la clonación) no son los únicos temas que plantea esta gran obra futurista. La libertad es uno de los tópicos medulares de la historia; Bernard Marx, personaje que se rebela contra el sistema y cuyo nombre es una clara alusión a Karl Marx, interroga a su compañera Lenina, cuyo nombre nos remite al líder de la revolución rusa Vladimir Lenin, en estos términos:

Sí, hoy día todo el mundo el feliz. Eso es lo que ya les decimos a los niños a los cinco años. Pero ¿no te gustaría tener la libertad de ser feliz… de otra manera? A tu modo, por ejemplo; no a la manera de todos.

Más adelante, John, el personaje principal, que nació por error de un método anticonceptivo, la clavija redonda en un agujero cuadrado, provoca a sus compañeros durante su rebelión en la Reserva:

—¿Cómo puede gustaros ser esclavos? —decía el Salvaje en el momento en que sus dos amigos entraron en el Hospital—. ¿Cómo puede gustaros ser niños? Sí, niños. Berreando y haciendo pucheros y vomitando —agregó, insultando, llevado por la exasperación ante su bestial estupidez, a quienes se proponía salvar.
Los Deltas le miraban con resentimiento.
—¡Sí, vomitando! —gritó claramente. El dolor y el remordimiento parecían reabsorbidos en un intenso odio todopoderoso contra aquellos monstruos infrahumanos—. ¿No deseáis ser libres y ser hombres? ¿Acaso no entendéis siquiera lo que son la humanidad y la libertad?

La lectura de los clásicos ha sido desterrada del mundo feliz por ser incompatible con la felicidad que este sistema vende, todos los libros publicados antes del 150 d. F habían sido desterrados pero John ha leído a Shakespeare:

Corrían extraños rumores acerca de viejos libros prohibidos ocultos en una arca de seguridad en el despacho del Interventor. Biblias,
poesías…

Es preciso elegir. Nuestra civilización ha elegido el maquinismo, la medicina y la felicidad. Por esto tengo que guardar estos libros encerrados en el arca de seguridad. Resultan indecentes. La gente quedaría asqueada si…

No solo el placer de la literatura sino todo el arte ha sido reemplazado por el sensorama, el cine que también transmite sensaciones físicas. Los habitantes del mundo feliz no tienen tiempo de ocio:

—En la actualidad el progreso es tal que los ancianos trabajan, los ancianos cooperan, los ancianos no tienen tiempo ni ocios que no puedan llenar con el placer, ni un solo momento para sentarse y pensar; y si por desgracia se abriera alguna rendija de tiempo en la sólida sustancia de sus distracciones, siempre queda el soma, el delicioso soma, medio gramo para una tarde de asueto, un gramo para un fin de semana, dos gramos para un viaje al bello Oriente, tres para una oscura eternidad en la luna; y vuelven cuando se sienten ya al otro lado de la grieta, a salvo en la tierra firme del trabajo y la distracción cotidianos, pasando de sensorama a sensorama, de muchacha a muchacha neumática, de Campo de Golf Electromagnético a…

Parece que el tiempo de disfrute personal, de ocio creativo es peligroso: las personas podrían atreverse a pensar y reflexionar… Esta idea nos recuerda otras obras de ciencia-ficción en las que sus autores intentaron abrirnos los ojos sobre los mecanismos de control que dominarían al ser humano y lo convertirían en simples engranajes de una máquina capitalista controlada por unos pocos: 1984 de George Orwell (¿qué pensaría hoy este autor al ver su Big Brother como nombre de un reality show?) y Farenheit 451 de Ray Bradbury.

Intertextualidad:

La película:

Escribir


Por Marina Menéndez

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Escribir es:

Un proceso cognitivo que se aprende y se desarrolla: a escribir se aprende. Lleva tiempo y esfuerzo. Necesitamos personas que nos guíen y nos ayuden. ¿Cómo se aprende? Leyendo. Leyendo. Leyendo y practicando la escritura. Es un proceso porque está constituido por diversas etapas sucesivas y recursivas (ya veremos sobre este tema más adelante). Es un proceso cognitivo porque involucra el pensamiento, las ideas, y habilidades mentales (como seleccionar, ordenar, jerarquizar, clasificar y categorizar conceptos e ideas).
Construir un texto con un objetivo determinado: siempre que escribimos, escribimos para algo, para lograr algo: para estudiar, para resumir ideas de otro texto, para brindar información, para explicar un proceso, para describir las etapas de un proceso o las partes de una máquina, para expresar nuestra opinión y convencer al lector, para relatar una historia, etc. Ese propósito u objetivo general es el que va a guiarnos mientras planeamos, escribimos y revisamos y va a ser el criterio principal para decidir si lo que queremos decir y el modo de decirlo son correctos y adecuados.
Construir un texto coherente:  las ideas deben presentarse organizadas, jerarquizadas y conectadas lógicamente. tenemos que lograr que el texto fluya naturalmente, que el lector pueda deslizarse sin tropiezos ni obstáculos por el flujo de nuestras ideas. de esta manera, el lector podrá comprender nuestro texto, es decir, interpretar el sentido. Si construimos un camino sin un objetivo (meta) claro y lleno de baches, badenes, bifurcaciones y obstáculos puede que sucedan dos cosas: o el lector se cansa y abandona nuestro texto o bien nunca podrá alcanzar la meta (comprender el sentido).

Escribir no es:

Volcar palabras en el papel: cuando hablamos con alguien no solo escuchamos lo que dice sino que también obtenemos información de los gestos, el tono de voz, la entonación de las frases, etc. y además, si no comprendemos algo, tenemos la oportunidad de pedir aclaraciones, hacer preguntas o demostrar con gestos que no estamos comprendiendo. Esto no sucede en la escritura porque no la única información que tenemos es lo que está escrito y porque no hay posibilidad de preguntarle al autor qué quiso decir o por qué dijo lo que dijo. Por eso cuando escribimos tenemos que ser claros, concisos (no irnos por las ramas) y utilizar vocabulario y estructuras adecuadas. Hablar y escribir son dos actividades diferentes en varios aspectos. Por ejemplo, cuando hablamos vamos expresando verbalmente nuestras ideas a medida que las pensamos; cuando escribimos tenemos tiempo de planificar qué decir, en qué orden, de qué manera, con qué palabras, etc. Resumiendo: escribir no es volcar en papel, es decir, no es simplemente poner por escrito lo que diríamos en una charla. Tampoco es volcar palabras; un texto no está conformado por palabras sino por conceptos e ideas. Sería como decir que un ser humano está formado por átomos o por células.
Copiar y pegar fragmentos de otro(s) texto(s): Si copio y pego (o transcribo) no elaboro nada, no construyo nada. Tampoco sirve cambiar unas palabras por otras. Cuando los profesores les pedimos que se expresen con sus propias palabras, no les pedimos que reemplacen algunos términos de un texto por sinónimos sino que reformulen una idea. ¿Qué es reformular una idea? Captar el sentido de un texto (o de una frase) y expresarlo de otra manera. Siempre cuento en mis clases la anécdota de un alumno que escribió en un examen: «A Rosas le dieron las universidades maravillosas«. En este caso, facultades extraordinarias es un concepto que no se puede reemplazar por sinónimos que aparecen en el diccionario para cada una de las dos palabras. En el diccionario encontramos los significados de las palabras; en los textos comprendemos el sentido de las palabras de acuerdo con el contexto en el que están utilizadas y con la función que cumplen en ese texto en particular.

Hacer una lista de ideas: un texto es una unidad de sentido, es decir, las ideas que lo conforman están relacionadas y conectadas entre sí de manera tal que no sobra ni falta nada. La palabra texto tiene el mismo origen que textura: la trama de los hilos entretejidos que conforman una tela. Cuando miro un trozo de tela, no veo los hilos sino una superficie con un diseño particular. Cuando la trama está  mal tejida o se rompe o deshilacha el tejido, se nota y la tela no sirve. Lo mismo sucede con los textos: si las ideas no están entretejidas coherentemente, no se entiende el sentido. El texto no es un conjunto de retazos hilvanados, es una trama de ideas.

El Eternauta


El único héroe es el héroe en grupo, nunca el héroe individual, el héroe solo.

Héctor Oesterheld

El 4 de septiembre de 1957 (fecha en la que desde 2005 se celebra el Día de la Historieta) aparece la revista Hora Cero y desde su primer número publica El Eternauta, historieta de ciencia ficción escrita por Héctor Oesterheld y dibujada por Francisco Solano López.

Audio

En 2010, AM Radio Provincia de Buenos Aires presentó el radioteatro El Eternauta- Vestigios del futuro, una adaptación de la historieta de Oesterheld y Solano López. Pueden escuchar el audio del radioteatro haciendo click aquí.

Página web

La sección Continum4 del Portal Comic está dedicada a Oesterheld y Solano López. Allí van a encontrar mucha información sobre El Eternauta.

Material de estudio:

Les recomiendo leer Oesterheld y su obra, una ficha de estudio preparada por María Cecilia, otra profesora bloguera.

Los autores:

Entrevista a H. Oesterheld en la revista Siete Días (29 de septiembre de 1974).

Héctor Germán Oesterheld, que había comenzado a escribir el guión de El Eternauta dos años después del derrocamiento de Juan Domingo Perón en 1955, participó en la agrupación Montoneros durante la última dictadura militar que comenzó en 1976, año en el que se publica El Eternauta II. En 1976 sus cuatro hijas -Diana (24), Beatriz (19), Estela (25) y Marina (18)- son secuestradas por las Fuerzas Armadas y al año siguiente él mismo es secuestrado en la ciudad de La Plata. ¿Dónde está Oesterheld?

En 1983 se publicó el poster ¿Dónde está Oesterheld? del dibujante Félix Saborido.

El siguiente texto se encuentra en el libro Nunca Más, el informe de la CONADEP, Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas.

Héctor Germán Oesterheld (legajo Nº 143), guionista de profesión, nació el 23  de julio de 1919. Prácticamente no hay mayores datos de cómo fue detenido, pero fue visto, según distintas personas que recuperaron la libertad, en Campo de Mayo, El Vesubio y El Sheraton.

Desapareció el día 27 de abril de 1977, cuando tenía 59 años. Eduardo Ramos -psicólogo de 38 años- fue una de las últimas personas que lo vio con vida:

«En noviembre de 1977 fui secuestrado y permanecí desaparecido hasta enero de 1978. Héctor Oesterheld estaba allí desde hacía mucho tiempo. Su estado era terrible. Permanecimos juntos mucho tiempo. Uno de los momentos más terribles fue cuando trajeron a su pequeño nieto de cinco años. Esa criatura fue recogida tras la captura y muerte de la cuarta hija y el yerno de Héctor y la llevaron a aquel infierno (…) Uno de los recuerdos más inolvidables que conservo de  Héctor se refiere a la Nochebuena del 77. Los guardianes nos dieron permiso para sacarnos las capuchas y para fumar un cigarrillo. También nos permitieron hablar entre nosotros cinco minutos. Entonces Héctor dijo que por ser el más viejo de todos los presos, quería saludar uno por uno a todos los presos que estábamos allí. Nunca olvidaré aquel último apretón de manos. Héctor Oesterheld tenía sesenta años cuando sucedieron estos hechos. Su estado físico era muy, muy penoso. Ignoro cuál pudo haber sido su suerte. Yo fui liberado en enero de 1978. El permanecía en aquel lugar. Nunca más supe de él.”

Fuente: http://www.historieteca.com.ar/HGO/hgonuncamas.htm

Reportaje a Solano López en la revista El Abasto.

Entrevista a Solano López:

Documental sobre Héctor Oesterheld:

Filatelia:

En 1998 el Correo Argentino sacó a la venta la colección Humoristas Argentinos con viñetas de Paturuzú (Dante Quinterno), Tía Vicenta (Landrú), Clemente (Caloi), El loco Chávez (Trillo-Altuna), Inodoro Pereyra (Fontanarrosa), Gaturro (Nik) y, por supuesto, El Eternauta de  Solano López.

Colección Humoristas Argentinos (1998) Correo Argentino

La invención de Morel


En el cuarto capítulo de la primera temporada de la serie Lost, el personaje Sawyer aparece leyendo la novela La invención de Morel, escrita en 1940 por el autor argentino Adolfo Bioy Casares. La influencia de la novela de Bioy Casares se puede inferir en varios elementos de la serie estadounidense; por ejemplo, la escotilla de Lost es muy similar y cumple una función análoga a la del Museo en la novela argentina.

Ha ocurrido un milagro: el verano se adelantó…

La trama de la novela gira en torno a un prófugo de la justicia que llega a una isla del Pacífico Sur, donde cree que está solo hasta que descubre a un grupo de personas. Temiendo ser descubierto, los observa sin mostrarse y se da cuenta de que algunas situaciones no son normales. Un encuentro con Morel, un científico que se encuentra en la isla, le dilucidará parte de la verdad acerca de los extraños misterios de la invención de Morel.

Coincidencias… En la serie Lost Sawyer lee la novela de Bioy sentado frente al mar. En La invención de Morel, Faustine también lee frente al mar. ¿Qué estará leyendo Faustine?

Sawyer leyendo La invención de Morel, Faustine leyendo la misma obra de la que es personaje… ¿Han leido el cuento «Continuidad de los parques» de Julio Cortázar? ¿Por qué les pregunto? Porque estas obras literarias plantean un juego de espejos que se prolonga al infinito. Prueben de poner un objeto, un dibujo, una fotografía o cualquier cosa entre dos espejos…. ¿qué sucede?

La intertextualidad está presente entre Lost y la novela de Bioy pero también entre esta y  La isla del Dr. Moreau, escrita por H.G. Wells en 1896. El nombre de Morel es un homenaje a esta novela.

En el Prólogo a La invención de Morel, Jorge Luis Borges dice:

[Adolfo Bioy Casares] Despliega una Odisea de prodigios que no parecen admitir otra clave que la alucinación o que el símbolo, y plenamente los descifra mediante un solo postulado fantástico pero no sobrenatural. […]
Bioy renaueva literariamente un concepto que San Agustín y Orígenes refutaron, que Louis Auguste Blanqui razonó y que dijo con música memorable Dante Gabriel Rossetti:
I have been here before,
But when or how I cannot tell:
I know the grass beyond the door,
The sweet keen smell,
The sighing sound, the lights around the shore…

[He estado aquí antes,

Pero no sé decir cuándo ni cómo:
Conozco el césped más allá de la puerta.
El dulce aroma agradable,
El sonido del suspiro, las luces alrededor de la playa…]

  • Pueden descargar la novela La invención de Morel en este enlace.
  • Pueden descargar la guía de lectura en este enlace.

Un análisis de la obra en este enlace,

Mi alma no ha pasado, aún, a la imagen…

No dejen de leer el artículo «La invención de Morel: defensa para sobrevivientes» de Adolfo Vásquez Rocca

Les recomiendo leer «Bioy Casares, inventor del holograma» por Hugo Burel.

En 1948 el científico húngaro Dennis Gabor, Premio Nobel de Física en 1971, desarrolló la holografía… En agosto de 2010 las empresas Nokia e Intel inauguraron un laboratorio para desarrollar teléfonos móviles que permitan ver imágenes holográficas – o 3D- en sus pantallas.

Si les interesa saber qué libros aparecen en Lost pueden consultar este blog.

Otras novelas de ciencia-ficción relacionadas con la temática:

La máquina del tiempo (1895) de Herbert Georges Wells

Un mundo feliz (1932) de Aldoux Huxley

XYZ (1935) de Clemente Palma

1984 (1948) de George Orwell (que inspiró el reality Big Brother/Gran Hermano)

Farenheit 451 (1953) de Ray Bradbury

La naranja mecánica (1962) de Anthony Burguess

Nunca me abandones (2005) de Kazuo Ishiguro

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